Taller de creación literaria
creado y dirigido
por el maestro
Gustavo Corredor Ortiz.
SAPIENS:
Este taller, más que escritores capaces de
crear, quiere formar creativos capaces de escribir.
Mientras plataformas como el chat GPT y
otros programas que van escalando el concepto de Inteligencia Artificial
ofrecen cada día más recursos para facilitar la escritura, la capacidad
creativa, esa que hoy los mayores consideran que la juventud actual está
perdiendo, no es que en realidad se esté reduciendo, sino que los sistemas
educativos tradicionales están permitiendo que cambie de sitio. Se está yendo a
los cerebros electrónicos, invitada allí por los cerebros naturales de los
sabios de la tecnología, escogidos como los mejores entre millones y
contratados por las grandes plataformas como Google, Open AI, Amazon, Facebook,
Youtube y demás muy conocidas, para quienes el negocio es hacer que las
personas del común no necesitemos pensar, sino dejarnos conducir por el
algoritmo diseñado para liberarnos de la responsabilidad de tomar decisiones.
Tenemos que entender que el avance de la
Inteligencia Artificial ya pasó el Rubicón y es un proceso inexorable. Es el
siguiente paso en la evolución del ser humano, que debemos aceptar con
inteligencia y asumir con dignidad. El Homo Sapiens no será otra cosa que la
especie que ha ocupado el tránsito entre el Homo Erectus y la inteligencia
Artificial. La IA, o cualquiera que sea el nombre que a esta le dé la gana
adoptar.
Hay dos maneras de enfrentar esa realidad.
Una es tratar de manejarla y ser parte de ella, lo cual puede ser un gran
error, porque el mismo humano que pretende controlarla, sabe que su propia
naturaleza le impondrá el instinto de curiosidad, y el espíritu explorador que
lo obligarán a perfeccionarla hasta el punto en que será superado por ella. Eso
es inevitable.
La otra forma de enfrentarla es dejarla
seguir adelante, entender el lugar que nos corresponde y tratar de ser felices
en él. Quienes elijan la primera correrán el riesgo de terminar como los
chimpancés que conviven con el ser humano, es decir, como mascotas,
entretención de circo o zoológico, sujetos de experimentos, o cualquier otra
forma de esclavitud. Quienes elijamos la segunda podremos seguir siendo libres
disfrutando de nuestra ya conocida selva, y para eso este taller ha sido
enfocado a proteger la inteligencia del Homo, la Sapiens, fortaleciéndola en
los campos que todavía no domina la IA, o sea, la creatividad y los
sentimientos.
Para que la IA llegue a dominar los
sentimientos le puede faltar un buen tramo, pero para que domine la creatividad
le falta muy poco, y ante eso la disyuntiva es simple: Quienes le cedan sus
necesidades creativas a la IA serán los esclavos, y los que la defendamos como
propia seremos los libres.
EMPÍRICA:
En los campos del aprendizaje y el saber,
hay ahora una realidad obligatoria de comprender, y es que los estudios con
años de escuela y universidad están mandados a recoger porque las cosas van tan
rápido que, lo que se aprende en el primer año, al segundo ya es obsoleto. Así
que en adelante las cosas no podrán ser más que basadas en cortos programas
académicos de instrucción básica, y luego práctica mezclada con permanente
estudio de actualización. Pero lo definitivo será la práctica. Mucha práctica,
aprender practicando y eso es un empirismo en el que los profesores serán sólo
una especie de exploradores que irán descubriendo nuevos terrenos al tiempo con
los aprendices; eso es un proceso empírico.
Hice un experimento que les voy a contar,
no para que se admiren o se asusten, sino para que nos situemos en la misma
idea: escribí en el Chat GPT, “redactar el siguiente texto con el estilo de
Gabriel García Márquez”, y le pegué un párrafo con unas cuatrocientas palabras
de uno de mis escritos. Unos ocho segundos después el chat me entregó un
escrito de unas seiscientas palabras que, si bien podría ser susceptible de
algunos reparos por parte del propio Gabo, conservando el sentido del que le
entregué, mostraba un estilo mucho más parecido al de él que al mío; quien
quiera puede hacer el mismo experimento con el texto y el autor famoso que
escoja.
Este experimento, unido a los otros
millones de ejercicios que hacen miles de millones de usuarios en el mundo
entero, perfeccionan esa IA segundo a segundo de manera que, en muy poco
tiempo, esta será tan eficiente en el dominio de las reglas, géneros, estilos y
demás características literarias, como lo son hoy las calculadoras con las
matemáticas.
Lo anterior no lo dije como cualquier
pronóstico especulativo, sino que lo sostengo como dueño de la experiencia
personal de haber sido fotógrafo profesional, experto en el manejo del revelado
y demás procesos que duraban horas en el laboratorio del cuarto oscuro, que se
tuvo que resignar a ver como hoy un niño de ocho años con la cámara de su
celular, en cuestión de segundos hace maravillas que en mis días eran
imposibles, y así como la fotografía química ahora es una especie de artesanía
practicada sólo por muy puristas aficionados, dentro de veinte años, o de pronto
antes, la creatividad literaria será también cosa de los puristas aficionados
que hayan sido capaces de defender su sapiens, o sea, de conservar y ejercitar
sus neuronas para evitar que se apaguen de manera prematura en senilidad o
Alzheimer.
La IA ya se adueñó del conocimiento y eso
nos beneficia, porque nos ahorra mucho tiempo y trabajo, pero, aunque en
apariencia nos beneficie todavía más, no podemos dejar que nos quite la
sabiduría porque eso nos convertirá en sus esclavos.
Y, ¿cuál creo que es la diferencia entre
conocimiento y sabiduría?
Simple, conocimiento es todo lo que ya se
sabe. Todo lo que está en Google y otros sistemas que podemos alcanzar con los
computadores, dispositivos, escritos, discursos o cualquier otro medio.
La sabiduría es menos simple, pues no la
encontramos en ningún texto ni en ningún dispositivo. La única manera de
conocerla es practicándola en el empirismo.
Me explico: todos, absolutamente todos los
conocimientos, los inventos, los conceptos y sistemas, cuando la humanidad los
ha conocido por primera vez, han sido y seguirán siendo el resultado de un
proceso empírico. Hasta ese momento se puede decir que pertenecen a la
sabiduría que, una vez publicada o aplicada, se convierte en un conocimiento
más.
Por eso en Sapiens Empírica lo principal no
será conocer literatura para tratar de emular obras importantes, como es la
base de la mayoría de las carreras, cursos y talleres tradicionales, en cuyas
estadísticas encontramos que menos del tres por ciento de sus estudiantes
resultan publicando obras de ficción, que es el objetivo principal de la
escritura creativa. Las personas que terminan dominando la escritura creativa
no son los que estudian literatura, sino los que se forman en la práctica, como
los periodistas reporteros, columnistas o cronistas, los guionistas que
aprenden a describir lo que imaginan, los antropólogos, sociólogos, filósofos y
otros que se forman con ensayos, es decir, los que aprenden practicando y le
dan mucha más importancia al fondo que a la forma de lo que escriben.
Por supuesto la lectura también tendrá una
gran importancia en este taller, pero no para tratar de competir con la obra de
los maestros, sino para entenderla hasta el punto de poder dudar de ella, de
criticarla y de perder el miedo a pensar y escribir con independencia, como lo
hicieron nuestros ancestros de hace veinte mil años, cuando con su elemental
sabiduría crearon el primer sonido musical, el primer canto, la primera danza,
la primera pintura, la primera escultura, y todas las demás creaciones que de
manera empírica conformaron el ADN de todo el conocimiento humano.
Tampoco espero que todas las personas que
vengan como aprendices a Sapiens Empírica resulten escribiendo novelas famosas,
desde luego sería hermoso que alguna o alguno lo lograra, pero el objetivo
prioritario no es ese, sino lo es que, en adelante, quienes hayan pasado por
aquí salgan disfrutando y haciendo mejor cualquier cosa que escriban, porque
desde una novela de ficción, hasta un informe empresarial o la lista del
mercado para la casa, se puede escribir de manera creativa y que nos agrade más
que lo escrito por los demás, y si le tomamos el gusto hasta enamorarnos de una
idea, tendremos el germen que podrá resultar en una obra digna de ser publicada,
o convertida en una película para el cine, o una serie para Netflix, o
cualquier otra realización muy satisfactoria.
LA PRÁCTICA:
Antes de ver los aspectos prácticos del
taller, les quiero mostrar algo de la práctica que me ha habilitado para
diseñarlo y dirigirlo.
La descripción que como autor figura en mis
libros publicados dice: “Gustavo Corredor Ortiz. Bogotá, Colombia. No es un
hombre de conocimientos, no llegó a terminar los estudios de bachillerato. No
es un hombre de mundo, hasta los setenta y ocho que tiene en la actualidad no
ha puesto un pie fuera de su país. Es un hombre de humanidad, ha conocido y
vivido las almas desde los grandes salones y la virtud, hasta la indigencia y
el vicio, o viceversa”.
Así es. Lo que conozco del mundo, por
cierto algo más que muchos turistas, ha sido por la lectura, el cine, y otros
medios de comunicación. A la universidad no hemos entrado con mi esposa Isabel,
con quien tenemos más de sesenta años de matrimonio vigente y estable, sino a
matricular a nuestras dos hijas y a nuestro hijo, los tres profesionales
independientes, establecidos en sus hogares y con sus propios hijos.
A los dieciséis años, cuando cursaba cuarto
de bachillerato, por circunstancias que ahora no vienen al caso, abandoné el
colegio y nunca en mi vida volví a tomar algún estudio académico o formal de
ninguna clase, pero tuve la enorme suerte de contar con el carácter curioso y
terco que me obligó a aprender por mis propios medios, y así, durante sesenta
años de experiencia como empírico, logré formarme como actor de cine y
televisión con participación en decenas de producciones nacionales e
internacionales, maestro en diferentes talleres de actuación, también como
pintor con más de trescientas obras vendidas en exposiciones colectivas e
individuales, maestro en talleres de pintura, fotógrafo publicitario y
artístico también maestro en talleres y escritor creativo con guiones para cine
y televisión, cinco novelas publicadas y una más en proceso, creador y maestro
del Taller de Creación literaria Sapiens Empírica.
Convencido de que la peor falla de la
educación popular en Colombia es la de tratar a todos los estudiantes de manera
uniforme, sometiéndolos a las mismas materias y calificándolos con las mismas
escalas, como si todos tuvieran las mismas capacidades, los mismos talentos,
habilidades y gustos, la intención de este Taller, basada en el respeto a la
absoluta y libre individualidad de cada ser humano, será llevar a cada cual a
conocer su propio carácter, hasta identificar el tema y el género que le
apasione e impulse a la creación y realización de un proyecto de escritura
propio, que será asesorado, evaluado y reconocido como diferente a todos los
demás.
Por supuesto se promoverán el debate y la
crítica en busca de consensos, pero la única exigencia igual para todas las
personas que participen será la del respeto por los demás, por lo que estamos
haciendo y por el sitio en donde lo hacemos.
Aparte de formación para la escritura
creativa, Sapiens Empírica, con su filosofía de libertad dentro del respeto y
la autodisciplina, se propone también como un programa de crecimiento humano. Como
una experiencia práctica de preparación para la vida universitaria o la laboral
y, en especial, para educadores, padres y madres cuya más importante labor es acompañar
las mentes infantiles, esas mentes limpias que merecen todo el cuidado, en el
proceso de aprender a ser felices en un mundo que la humanidad ni siquiera ha
imaginado, no quiere imaginar y va a costar mucho trabajo que lo entienda,
porque es un mundo en el que, por primera vez desde que los Homo aparecimos en
él, ya no seremos la inteligencia superior. Fuerte eso, ¿cierto?
EL MODO:
En cuanto a nuestro taller, concebido para
aprendices de quince años en adelante que decidan participar de manera por
completo voluntaria, se desarrollará en quince sesiones presenciales de dos
horas. La primera será de introducción, y las siguientes catorce estarán
divididas en dos bloques de siete sesiones. El primer bloque se llama “Escribir
entendiendo”, y el segundo, “Escribir sintiendo”.
A las sesiones los aprendices deberán
llevar un cuaderno para apuntes, y contar allí mismo o en sus casas con algún
dispositivo para el manejo de correo electrónico o WhatsApp, archivos Word,
PDF, y videos. Fuera de las quince sesiones del taller cada aprendiz tendrá
derecho a las sesiones privadas e individuales que el maestro apruebe como
necesarias para la más completa asesoría de cada proyecto.
La finalidad primordial es que cada una de
las personas participantes desarrolle un escrito serio; puede ser un cuento o
relato completo, o un escrito más extenso que sea la base para un libro. Los
relatos cortos que logren la calidad apropiada para llevar el sello de nuestro
taller, serán publicados en su tomo correspondiente de la colección titulada
“Selecciones Sapiens Empírica”, y que pasarán a ser motivo de orgullo y
satisfacción para sus autoras y autores.
Las apreciaciones parciales y las finales
del trabajo de cada aprendiz no tendrán que ver con grados, calificaciones, ni
otra clase de factores externos como la asistencia, puntualidad, u otros
aspectos de la disciplina, sino de manera exclusiva con el efecto que su
trabajo produzca en quienes lo conozcan, y por eso podrá depender de diferentes
opiniones a favor o críticas, como lo es en últimas la obra de cualquier
escritor.
El verdadero título de escritora o escritor
no lo da ningún diploma, sólo lo pueden dar quienes leyendo su obra le
reconozcan como tal.
En las siete sesiones del bloque, llamado
“Escribir entendiendo”, se verán temas relacionados con la forma de la
narración, como la determinación del sustrato, del género, del narrador o
narradora, estructura y demás características básicas, y la parte más
interesante que es la creación del universo en el que transcurrirá la historia
que han de protagonizar nuestros personajes.
En el segundo bloque, “escribir sintiendo”,
nos dedicaremos al fondo del escrito. Quiere decir que nos vamos a meter en el
alma de las personas que, según el género que hayamos escogido, sabemos que nos
van a leer. Y la manera de lograr eso no es otra que construyendo unos
personajes claros, sólidos, definidos en las virtudes y los defectos que habrán
de afectar la sensibilidad de quienes acompañen sus vivencias y, para lograr
eso, debemos aprender a sentir como esos personajes, a ver como ellos ven, oír
como oyen, reír, temer, odiar, amar, y ser tan débiles o fuertes, tan auténticos
o falsos, o tan honestos o tan criminales como queremos mostrar que ellos son.
El cubrimiento y la comprensión de los
anteriores temas se llevará a cabo mediante debates, lecturas asimiladas a
niveles inferenciales y críticos, y práctica. Mucha práctica con ejercicios
realizados y analizados en cada sesión.
Además de los tópicos básicos para la
creatividad y la escritura, durante el taller, como material de crecimiento
humano y aporte para la comprensión de nuestros personajes y, aparte de los que
en la dinámica vayan surgiendo, se tratarán los siguientes temas:
—El ADN y la memoria genética. Por qué soy
lo que soy. El subconsciente.
—Leer y analizar a niveles inferenciales y
críticos.
—La libertad en la escritura, único medio
de expresión que lo puede contener todo.
—Crear un universo, ser un dios con sus ventajas
y responsabilidades.
—La motivación positiva y la pasión. Vivir
los hechos y el universo.
—La estructura del personaje. El respeto al
carácter del personaje que se maneja solo.
—La evolución de la historia y de los
personajes.
—El guion y la dramaturgia en el relato. El
diálogo escrito.
—Análisis transaccional, las tres personas,
y la fórmula PAN.
—Qué le sobra y qué le falta a mi
escritura. Enrarecer un escrito.
—No hay personas o inteligencias superiores
o inferiores; sólo hay personas e inteligencias distintas.
—El perfecto equilibrio de lo absoluto.
—El hecho paranormal.
—La inteligencia y la ignorancia.
-El perdón.
—La fidelidad.
—El talento y la creatividad.
—La madurez.
—La autenticidad.
—La imaginación.
—Heroísmo, patriotismo, y santidad.
—El suspenso en todos los géneros.
—La Investigación.
—La mentira aceptada.
—El desvío de la evolución humana.
—El ego.
—Cómo me confronto en mi escrito, y cómo
quiero que la persona que me lea se confronte consigo misma.
El taller se ceñirá a los lineamientos y
disposiciones del Centro Cultural del Banco de La República de Honda, principal
patrocinador del proyecto.
Gustavo Corredor Ortiz
Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_Corredor
YouTube:
https://www.youtube.com/channel/UCAP39TA9Nph8UmQh_OzEYIw
Facebook
https://www.facebook.com/corredortiz/
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